La isla fue excavada por primera vez en 1959 por un equipo de arqueólogos daneses y contiene importantes edificios y tumbas de la cultura Umm an-Nar. El cementerio está formado por tumbas sobre el suelo, de forma circular y con un diámetro que oscila entre los seis y los doce metros. Tienen varios metros de altura y están divididas en cámaras a las que se accede a través de pequeñas entradas.
Cada cámara estaba diseñada para contener varios cuerpos, pero el número exacto es difícil de determinar debido a las alteraciones causadas por los ladrones de tumbas y el paso del tiempo.
Las tumbas se construyeron con piedras labradas. Algunas de estas piedras originales se utilizaron en la restauración de las tumbas durante la década de 1970. Las paredes anulares de los edificios más grandes estaban a veces decoradas con tallas de oryx, bueyes, serpientes y camellos.
En la isla de Umm an-Nar también se encontraron varios edificios de piedra tallada. Se trata de casas y un almacén. Este último se utilizaba para almacenar y transportar mercancías desde la isla a las regiones del Golfo Pérsico.

Estilo de vida

Los arqueólogos han recuperado una serie de objetos del asentamiento de la isla, que permiten conocer la vida de estos primeros pobladores. Los objetos incluyen joyas, como collares y una horquilla de oro; armas de cobre; y cerámica importada y local decorada con elaborados diseños. También se encontraron objetos de bronce, como anzuelos de pesca. Se fabricaban con cobre local que probablemente procedía de las montañas cercanas al oasis interior de Al Ain.
Artefactos como anzuelos y plomadas de red ilustran la dependencia del pueblo del mar para alimentarse. Los dugongos, también llamados "vacas marinas", parecen haber sido un alimento básico, y también se utilizaban la piel y el aceite de estos mamíferos. Aunque se trata de una especie protegida, los dugongos debieron de ser abundantes en el pasado, ya que se encontraron muchos de sus huesos en el yacimiento.
Umm an-Nar no está abierto al público.